Thursday, March 09, 2006

Love or whatever it means

I do whatever I have to do in order to keep myself out of my homework. That’s a fact that I just have to accept and be happy with.

Now, instead of writing about why early intervention should be expanded I am writing about love, which I don’t think it would help me to find a good job in autumn when the time comes. But it would help me to keep my soul warm, jaja (ironic jaja of course)

I’ve been doing alright (in terms of love/relationship). But I wonder how longer am I going to resist? Thanks God i have my big meeting in 10 days. I just have to hang on in there, after all that’s what love is about: happiness, and pink sweet roads sometimes, but it’s also about commitment, sacrifice and patience other times; hopefully not most of the times.

I have to keep working on my paper. I was feeling alright but now I feel kind of down, it’s all because of the “25/bunch of insignificant eggs crises” that I am going through.

It was definitely fun tonight (thanks Wlad for being born). I just hope I can finish this damn paper so I can stop thinking of it and start working on my finals (both on Monday). Or... thinking a little bit more about love ;-) or whatever it means :-/

Saturday, March 04, 2006

La casita

Av. Principal Los Chorros de Milla Casa Nº 52 Frente al Club Doña Juana. Esa es la dirección de nuestra casita en Mérida. Con un río frente a la casa que según como se mire es bueno o es malo, o ambos. Con las montañas verdes de patio y las montañas blancas de frente.

Llena de colores, llena de gente, con la cafetera siempre llena de café, recién colado o colado hace dos días, pero siempre llena de café. Con las puertas abiertas para amigos y desconocidos.

Ahora van a pintarla de blanco, y van a entregarla. En solo cuestión de horas empieza la mudanza.

De pronto siento que no tengo a donde llegar cuando regrese a Venezuela y se me eriza la piel. Es que la casita no era solo nuestro lugar de residencia, era nuestro hogar, nuestro espacio, nuestro de centro de operaciones, el palacio del imperio del amor de Carolina.

Quienes tuvieron la fortuna de conocer la casita y de compartirla con nosotras saben el significado que tiene: tareas interminables, almuerzos improvisados, hallacas, sancochos, crecidas de río y palos de agua. Cerros de amigos, tertulias absurdas que nunca llagaron a ninguna conclusión, derrocamientos presidenciales y pare usted de contar.

Siento que este es un evento de esos que definen etapas en la vida. “Antes de la casita y después de la casita”, no suena mal.

Pasaron tantas cosas en la casita, aprendimos y crecimos tanto. No será fácil olvidarla y ciertamente será muy grato recordarla. Es solo una casa, pero no puedo evitar pensar en ella como “ella”. Definitivamente la casita tenía vida propia. Hasta me provoca brindar por ella.
Haciendo hallacas en el 2003.

La vista desde la casita

Trataré de conseguir más fotos.