Saturday, January 14, 2006

Perdiendo facultades

Desde que llegue a este país no he cocinado mucho. Aquí es muy fácil comer cualquier cosa y ya. Y pasando la mayor parte del día en la universidad tengo menos oportunidad de involucrarme con la cocina. Sobre todo el trimestre pasado que llegaba a casa después de las 930pm. y solo quería dormir y soñar, en ese tiempo dormía poco menos de los necesario y la verdad soñar era un lujo. Así que qué bolas le iba a parar a cocinar o a llevar una mejor dieta. Comía lo que podía y ya.

Este trimestre cambie mi horario y casi todos los días puedo regresar a casa a eso de las 630pm. Entonces tengo tiempo para cocinar una cena decente y tener una vida más feliz. Pero las cenas siguen siendo cosas terriblemente sencillas y rápidas (porque aquí todo tiene que ser rápido).

El punto de esta historia es que anoche me decidí a hacer una deliciosa ensalada rusa para llevar a la coffee hour internacional. Y Dios mío, todo lo que me costo para que la dichosa ensalada estuviera lista. Empecé como a las 5pm y eran las 730pm y todavía no daba el punto. Yo sé que suena raro eso de dar punto, pero algo le faltaba siempre: huevo, mayonesa, un poco más de sal, luego tenía mucha cebolla, se me fue la mano con la mostaza. Fue horrible, a la hora que estuvo lista yo estaba terriblemente cansada. Y que fiesta ni que fiesta, ya no quería ir a ningún lado.

De todas maneras me arme de valor, puse la bendita ensaladita en el mejor “bowl” que encontré y partí a mi destino. Afortunadamente ninguno de los comensales había probado antes una ensalada rusa y pesaron que era deliciosa, exquisita y pare usted de contar halagos y bienaventuranzas. A fin de cuentas la ensalada se vendió muy bien.

Lo que me preocupa ahora es que realmente parece que lo que no se practica se olvida. Estoy perdiendo mis habilidades culinarias. Y eso me pone un poco triste porque me encanta cocinar, y pues nunca he cocinado gourmet, pero la comida criolla es como quien dice mi especialidad. No cocino frijoles desde hace como 4 ó 5 meses. Nada más de pensar en la idea de un pabellón criollo me asusto, me tardaré todo un fin de semana como mínimo.

El problema yo creo es que hace falta un compañero. Un “cookmate” como dirían por estos lados. En Mérida tenía a Jessika que en cualquier momento se aparecía en la puerta de mi casa con cacerola en mano dispuesta a hacer desastres en mi cocina. Sí, eso es lo que necesito, un compañero y comensales. En todo caso trataré de cocinar más y recuperar mis habilidades así me toque recorrer ese camino solita hasta que consiga con quien cocinar.

Tuesday, January 03, 2006

Otra vez

No puedo creer que voy dormir sola, otra vez. ¡No! No quiero aceptarlo. Esa cama vacia no me pertenece, no la quiero, además.
Empezar a contar los días, otra vez... mi consuelo al menos es que los cuento. Esperando que algo pase al final, y entonces podré parar de contar.
Pero y luego ¿qué más esperaré? ¿Por qué contaré?
El todo es contar dijo Fefa.

Monday, January 02, 2006

No quiero!!!

Ya cerre mi maleta pero no quería. Y al parecer ya todo esta listo para que me vaya pero no quiero. No quiero, no quiero y no quiero.

Un feliz año pa’ ti y pa’ mi

Hola a todos, les envió un caluroso abrazo y deseo que todos sus planes en el 2006 se materialicen felizmente.

Hoy se acaban mis vacaciones y mañana empieza la vida real. Todavía estoy en San Francisco, pero a la media noche se acaba la magia y como la cenicienta me montaré un mi avión de calabaza y partiré con rumbo a Cincinnati.

Me imagino que todos quieren saber que hice en estas tres semanas (¡tan pretenciosa yo pensando que todos quieren saber sobre mi!). Bueno quieran o no les voy a contar: lo que más hice fue descansar, dormir por lo menos 10 horas cada día y comer como si el mundo se fuese a acabar. En resumidas cuentas la pase genial. Tejí un poco y leí otro poco, vi un montón de películas y cosas así por el estilo que no requieren de mucho esfuerzo ni dedicación.









La semana de Navidad fuimos a Santa María Ca, para visitar a la familia de Nate. La Noche Buena cenamos pizza y adornamos el arbolito y envolvimos regalos. Y luego el día de navidad cocinamos (la verdad la mamá de Nate cocinó) y comimos y lavamos platos todo el día. Ah y lo más importante: abrimos los regalos. Yo recibí tantos regalos que no me acuerdo cuando fue la última navidad en que recibí tantos, ni siquiera sé si antes había recibido tantos regalos juntos en una sola navidad, jaja.










El desayuno de navidad









Nate y Sean jugando con sus regalos












Vero estorbando en la cocina

El resto de la semana se fue entre visitas a más familiares y paseos a distintas ciudades. Fuimos a San Luis Obispo para ver una calle llena de chicle y a Los Osos a ver orquídeas y el mar. Fuimos a Santa Barbara para ver a mi prima tercera Jennifer a quien no veía desde por lo menos hace doce años. Armamos un rompecabezas navideño de 998 piezas y así se nos acabaron los días en el sur de California.




















La calle del chicle









Regresamos a San Francisco y no fuimos a ningún otro lado. Decidimos calentar la casa, siempre que nos encontramos es un remolino de maletas, mapas, reservaciones y pare usted de contar. Así que decimos quedarnos tranquilos y disfrutar la ciudad porque al fin y al cabo es San Francisco y no cualquier ciudad de carretera. Y así sin más ni más nos lanzamos a caminar por las calles empapadas de lluvia, y por supuesto nos fue de maravilla.

















Cena colombiana en San Francisco

Ha llegado la hora de decir adiós y no hice ninguna reflexión sobre el 2005 y ningún pronostico para el 2006. Es que mi blog es más sobre relatos de cosas que pasan que sobre filosofar sobre lo que no pasó o lo que pudiera pasar. De todas maneras me voy a permitir mis cinco minutos de flaqueza y voy a hacer mi recuento.

En el 2005 renuncie a mi trabajo en Mérida, fui a una convención de circo en Bogotá, visité un montón de ciudades de Colombia y Estados Unidos, empecé un master, empecé a dar clases a nivel universitario, empecé y termine el año con el mismo novioJ. Yo creo que me fue bien, no me puedo quejar de la vida.

Ahora para el 2006 las metas que tengo son en primer lugar mejorar mi inglés, después de cuatro meses aquí no estoy satisfecha; tener una vida más relajada y tranquila en Cincinnati, no dejar que la universidad me absorba tanto, terminar el master claro está, conseguir un trabajo, seguir disfrutando de la compañía del Nate; trataré de hacer todo esto y no morir en el intento.

Es todo por los momentos, saludos a todos, muchos besos y abrazos y que el 2006 los trate bonito.












No importa donde este yo tengo que salir con mi maleta cada principio de año