Monday, January 02, 2006

Un feliz año pa’ ti y pa’ mi

Hola a todos, les envió un caluroso abrazo y deseo que todos sus planes en el 2006 se materialicen felizmente.

Hoy se acaban mis vacaciones y mañana empieza la vida real. Todavía estoy en San Francisco, pero a la media noche se acaba la magia y como la cenicienta me montaré un mi avión de calabaza y partiré con rumbo a Cincinnati.

Me imagino que todos quieren saber que hice en estas tres semanas (¡tan pretenciosa yo pensando que todos quieren saber sobre mi!). Bueno quieran o no les voy a contar: lo que más hice fue descansar, dormir por lo menos 10 horas cada día y comer como si el mundo se fuese a acabar. En resumidas cuentas la pase genial. Tejí un poco y leí otro poco, vi un montón de películas y cosas así por el estilo que no requieren de mucho esfuerzo ni dedicación.









La semana de Navidad fuimos a Santa María Ca, para visitar a la familia de Nate. La Noche Buena cenamos pizza y adornamos el arbolito y envolvimos regalos. Y luego el día de navidad cocinamos (la verdad la mamá de Nate cocinó) y comimos y lavamos platos todo el día. Ah y lo más importante: abrimos los regalos. Yo recibí tantos regalos que no me acuerdo cuando fue la última navidad en que recibí tantos, ni siquiera sé si antes había recibido tantos regalos juntos en una sola navidad, jaja.










El desayuno de navidad









Nate y Sean jugando con sus regalos












Vero estorbando en la cocina

El resto de la semana se fue entre visitas a más familiares y paseos a distintas ciudades. Fuimos a San Luis Obispo para ver una calle llena de chicle y a Los Osos a ver orquídeas y el mar. Fuimos a Santa Barbara para ver a mi prima tercera Jennifer a quien no veía desde por lo menos hace doce años. Armamos un rompecabezas navideño de 998 piezas y así se nos acabaron los días en el sur de California.




















La calle del chicle









Regresamos a San Francisco y no fuimos a ningún otro lado. Decidimos calentar la casa, siempre que nos encontramos es un remolino de maletas, mapas, reservaciones y pare usted de contar. Así que decimos quedarnos tranquilos y disfrutar la ciudad porque al fin y al cabo es San Francisco y no cualquier ciudad de carretera. Y así sin más ni más nos lanzamos a caminar por las calles empapadas de lluvia, y por supuesto nos fue de maravilla.

















Cena colombiana en San Francisco

Ha llegado la hora de decir adiós y no hice ninguna reflexión sobre el 2005 y ningún pronostico para el 2006. Es que mi blog es más sobre relatos de cosas que pasan que sobre filosofar sobre lo que no pasó o lo que pudiera pasar. De todas maneras me voy a permitir mis cinco minutos de flaqueza y voy a hacer mi recuento.

En el 2005 renuncie a mi trabajo en Mérida, fui a una convención de circo en Bogotá, visité un montón de ciudades de Colombia y Estados Unidos, empecé un master, empecé a dar clases a nivel universitario, empecé y termine el año con el mismo novioJ. Yo creo que me fue bien, no me puedo quejar de la vida.

Ahora para el 2006 las metas que tengo son en primer lugar mejorar mi inglés, después de cuatro meses aquí no estoy satisfecha; tener una vida más relajada y tranquila en Cincinnati, no dejar que la universidad me absorba tanto, terminar el master claro está, conseguir un trabajo, seguir disfrutando de la compañía del Nate; trataré de hacer todo esto y no morir en el intento.

Es todo por los momentos, saludos a todos, muchos besos y abrazos y que el 2006 los trate bonito.












No importa donde este yo tengo que salir con mi maleta cada principio de año


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