Se acabo la luna de miel

Hace un mes más o menos tuve la orientación de estudiantes internacionales en la universidad. Allí nos hablaron sobre los períodos por los que pasamos los estudiantes internacionales cuando "enfrentamos el reto" de ser estudiantes internacionales, con el aditivo en mi caso de clases en un idioma que no es el mio propio. Pues la primera etapa se llama Luna de Miel y comienza desde que llagas hasta que te das cuenta de la cruda realidad. Lo que pasa durante este período es que todo es chevere, todo se ve bonito, la gente es amable, el tiempo sobra para caminar por los parques, plazas, callejuelas y callejones; para tomar buses con rubo desconocido. Ciertamente así pase mis primeros días en Clifton (para mi Cincinnati se limita a Clifton, el área donde vivo), un poco preocupada la verdad porque tenía la sensación de que estaba durmiendo demasiado, ilusa yo, ¡nunca se duerme demasiado!
Las clases empezaron el 21 de septiembre, y tienen que reconocer que extendí mi luna de miel lo más que pude. Pero lamentablemente ha llegado el fatídico momento y declaro finita mi luna de miel, me doy la bienvenida al mundo real. Quienes me conocen saben como me manejo en ese mundo (a trancas y a mochas) pero siempre me las arreglo para sobrevivir. Entre las tres horas de inglés que recibo, las cinco horas de español que enseño y las doce de criminología que tomo cada semana, todavía me las ingenio para pasarme seis horas de lo más tranquila en un popular mall de la ciudad. Claro que las consecuencias las veré mañana cuando imprima mi tarea a las 6:15pm justo a tiempo para mi clase de las 6:30pm.
Buenos mis queridos, digamos que empezó la candanga con burundanga. Chevere, al final de cuentas, así es como la vida se hace más divertida.